Aprovechamiento óptimo del espacio disponible
El sistema de clasificación anterior del aserradero Wilhelm Wolf de Waidhaus (Alemania) condicionaba el rendimiento y requería demasiada mano de obra. Para solucionarlo, Christian Wolf, director júnior de las instalaciones, decidió invertir en una nueva instalación de clasificación flexible de Kallfass. Al echar la vista atrás, tiene claro que tomó la decisión correcta por varios motivos, tal como revela durante la visita de Holzkurier.
Con un volumen de corte de alrededor de 25 000 m3 al año, el aserradero Wolf es una pequeña y mediana empresa (PYME) típica. La historia de la empresa se remonta hasta el año 1870, y Christian Wolf, que dirige el negocio junto con su madre, Gabriele Wolf, pertenece ya a la quinta generación del negocio familiar. Por medio de una sierra cinta gemela y una pequeña instalación de perfilado seguidas de una sierra circular de canteado, fabrican láminas de madera maciza para construcción (KVH®) y madera laminada encolada (BSH), escuadras de madera para embalaje, productos laterales y materias primas a partir de madera cortada (cepillado en bruto), entre otras cosas. Antes, para clasificar y apilar las distintas gamas, se utilizaba un sencillo sistema de clasificación por longitud. A continuación, los empleados apilaban la madera cortada a mano. «Este método requería demasiado personal, y encontrar empleados es cada vez más difícil. Además, ese sistema de clasificación era un serio impedimento en términos de rendimiento», explica Wolf. En otras palabras: para poder ser más rápidos y flexibles, necesitaban una nueva solución.
Una transacción perfecta
El joven propietario del aserradero estudió a varios proveedores. Al final, el concepto que más le convenció fue el de Kallfass de Baiersbronn-Klosterreichenbach (Alemania): «Kallfass siempre ha fabricado instalaciones de clasificación robustas y, además, podían implementar el proyecto en muy poco tiempo. Me gustó mucho la agilidad de la planificación: implementaron rápidamente todos nuestros requisitos e ideas, y adaptaron la nueva instalación de clasificación específicamente al tamaño de nuestro aserradero», explica Wolf. Las obras de renovación tuvieron lugar el año pasado, y la nueva instalación de clasificación y apilado de Kallfass en el aserradero de Wolf está en marcha desde el mes de marzo. «El proceso de puesta en servicio se desarrolló sin problemas. Tanto los programadores como los instaladores de Kallfass demostraron un gran nivel», comenta Wolf, que no escatima en elogios para el trabajo del especialista en mecanización. «Ahora tenemos un sinfín de opciones para trabajar las cualidades y las dimensiones.
El hombre que confió en la experiencia de Kallfass: Christian Wolf (izquierda), acompañado de Matthias Link, director de proyecto de Kallfass
«La instalación que nos entregó Kallfass está totalmente adaptaba a nuestras necesidades»
- Christian Wolf -
Kallfass entregó la totalidad de la instalación de clasificación y apilado a partir de la entrega que hay detrás de la sierra canteadora y sierra circular de corte final. Está diseñada para longitudes de 1 a 5,1 m y una sección transversal máxima de 140 por 180 mm. Una cinta transportadora lleva las maderas escuadradas, los productos principales y los tableros hasta dos niveles de almacenamiento temporal separados que se encuentran justo debajo de las cajas. «Los almacenamientos temporales están dimensionados para que, por ejemplo, en el caso de la madera escuadrada, haya espacio para entre tres y cuatro horas de producción del aserradero», explica Matthias Link, jefe de proyecto de Kallfass.
Una vez separados, los productos pasan a la estación de valoración. Ahí, el empleado puede definir, mediante desplazamiento, un recorte de retroceso de hasta 50 cm en la línea cero. Si fuera necesario realizar un recorte en el lado opuesto de la madera, esta se marca con tiza fluorescente. El recorte se realiza más tarde, justo antes del apilado. En el área de la estación de valoración también hay un dispositivo de giro que ayuda a evaluar las piezas más pesadas por los cuatro lados. Justo después del recorte, las maderas que no cumplen las condiciones se expulsan —separadas por tablones y madera escuadrada— a dos contenedores de estacas.
Separación de los tablones y las maderas escuadradas hacia la estación de valoración
Un empleado examina los productos cortados y puede determinar un recorte mediante desplazamiento
«Cada vez, solo va un tipo de producto directamente a la instalación de apilado», explica Wolf. El resto se envía hacia arriba, a la clasificación por cajas, a través de un dispositivo de cambio de nivel después de la estación de recorte. Tras varias charlas, Wolf finalmente se decidió por 30 cajas. Esta cantidad les permitía utilizar el espacio de la mejor forma posible. Las cajas se vacían hacia abajo sobre un transportador de cadena situado encima de las plataformas de almacenamiento temporal. A continuación, la madera sigue el mismo camino que los productos sin clasificar hacia la instalación de apilado.
Para poder fabricar longitudes cortas con precisión milimétrica, Kallfass instaló la acreditada sierra tronzadora múltiple. Está equipada con cuatro unidades de sierras, tres de las cuales se pueden posicionar automáticamente. Para poder responder de forma aún más flexible a las peticiones de los clientes, Wolf ya está pensando en añadir una quinta unidad de sierra. Una vez formadas las capas, las horquillas de colocación transfieren la madera a la instalación de apilado, que está equipada con cuatro cargadores dobles para listones de secado y expedición. Por último, pero no menos importante, los paquetes de madera aserrada se suministran a una unidad transportadora. También en este caso, ya durante la propia planificación Kallfass previó la posibilidad de que se pudiera añadir fácilmente una instalación de flejado.
Para poder volver a clasificar los paquetes secos, hay una alimentación externa. Aquí, la separación por capas se realiza mediante un transportador de cadena que luego lleva la madera hacia la estación de valoración. Los listones se sacan en contenedores de estacas con una cinta transportadora.
Kallfass también implementó una alimentación externa para paquetes secos
La acreditada sierra tronzadora múltiple de Kallfass corta la madera con precisión milimétrica
Una inversión que ya ha dado sus frutos
Tan solo unos meses después, las conclusiones que saca Wolf ya son positivas: «Definitivamente, hemos reducido los tiempos de inactividad, ya que la producción trabaja de forma continua. La calidad de los productos cortados ha aumentado enormemente gracias a los cortes de tronzado y a la precisión milimétrica de la producción. Incluso nos ha traído nuevos clientes. Ahora somos mucho más ágiles y podemos responder rápidamente a las peticiones de los clientes. Volvería a hacerlo exactamente igual», concluye Wolf.
Alimentación a las 30 cajas en el piso superior