Kontinuierlicher Zufluss
mit Leistenroboter ES
Flujo continuo con robot de listones

Cita del aserradero Egger: "Creemos que el nuevo manejo de listones se amortizará en muy poco tiempo."

El manejo de los listones de apilado se considera, con frecuencia, como algo "secundario". Sin embargo, la instalación de Kallfass en el aserradero Egger de Brilon demuestra que una alimentación automática en el empaquetado facilita enormemente el trabajo.

En el aserradero de Egger en Brilon se manipulan diariamente varias decenas de miles de listones de apilado. "Llenar continuamente los cargadores de las instalaciones de apilado para la clasificación de productos principales y laterales suponía, hasta ahora, un enorme esfuerzo de trabajo", explica Jens-Michael von Werder, responsable de la técnica de producción del aserradero. Eran necesarios hasta nueve empleados por turno, lo que representa un trabajo que necesita mucho personal para un régimen de tres turnos. Por este motivo, Egger decidió invertir en una instalación de manejo automático de listones con alimentación de los cargadores por medio de robots.

Solución flexible

"Las variantes habituales eran demasiado rígidas para nosotros. Queríamos una solución flexible, con la que pudiésemos manipular listones de la cámara de secado y de pérdida, así como maderas escuadradas", explica Werder. La empresa Kallfass de Baiersbronn, Alemania, ofreció la solución apropiada para Egger. "Ya hemos obtenido buenas experiencias con Kallfass en un proyecto en la cepilladora. Además, Kallfass es también un buen socio para los trabajos difíciles", opina Werder. La empresa especializada en mecanización presentó a los responsables de Egger una solución flexible que valoraron también como muy perfeccionada. "Ya hemos diseñado otros sistemas automáticos para listones. Pero el proyecto de Egger en Brilon ha sido el más amplio hasta ahora", explica el director general de Kallfass, Hans Haist.

Geschäftsleitung Kallfass mit Projektleiter von Sägewerk Egger

Delante de los listones sincronizados: Ernst Kallfass, Jens-Michael von Werder y Hans Haist (de iz. a de.).

Dos líneas, tres robots

Desde abril hasta septiembre se llevó a cabo la "operación a corazón abierto", como describe Werder: Kallfass realizó el montaje completo de la línea automática de listones durante el funcionamiento de la empresa. El montaje en sí mismo duró dos meses. "El proyecto fue muy bien y, sobre todo, sin accidentes. Prácticamente no tuvimos paradas", confirma von Werder. Egger corta en Brilon 1 millón de m3 sólidos/año aprox. La madera aserrada se clasifica en una instalación de productos principales y otra de laterales instaladas paralelas. La nueva línea de Kallfass alimenta ambas instalaciones por igual, con listones de cámara de secado y de pérdida, así como maderas escuadradas. Los listones de apilado de la clasificación de secado llegan en contenedores de estacas, junto con las maderas escuadradas, hasta la nueva línea de Kallfass. Los contenedores de estacas se vacían sobre un transportador de cadena de almacenamiento. La instalación separa automáticamente las maderas escuadradas de los listones. Las maderas escuadradas llegan a un apilado a través de un tramo de cadenas de almacenamiento independiente. Antes de esto, el control de Kallfass asigna las maderas escuadradas a las dos instalaciones de apilado en función de los datos del paquete. Los listones siguen otro camino: La mecanización de Kallfass los separa y los lleva a través de un escáner. Éste determina la dimensión y la curvatura. Los listones que no cumplen se excluyen a través de una trampilla. La instalación agrupa once listones sobre un transportador inclinado.

"Creemos que el nuevo manejo de listones se amortizará en muy poco tiempo."

Jens-Michael von Werder, responsable de la técnica de producción

Andrea, Hubertus y Paul

"Andrea", el primer robot de la línea, toma estos once listones de apilado y los sincroniza en el transportador de cadena de almacenamiento. "Está diseñado para unos 3.000 listones", explica Haist. Hubertus y Paul, los otros dos robots con brazos giratorios, toman los listones de apilado, si es necesario y los colocan en los nuevos cargadores de Kallfass en el empaquetado. "La instalación está diseñada para un rendimiento de 100 listones por minuto", estima Haist y continúa: "Hemos obtenido el derecho protegido de esta alimentación mediante robots." En el caso de los listones de pérdida solo hay una longitud de los mismos para todos los anchos de paquete. Éstos se adaptan al paquete ajustando y desplazando la colocación de los listones. "Con esta solución somos mucho más flexibles que con diferentes longitudes, sin embargo, el coste de material es mayor, informa von Werder. Por medio de esta inversión, Kallfass actualizó también la máquina de apilado y suministró todo el control. De este modo puede controlarse también, por ejemplo, que en las cinco a seis capas inferiores haya más listones, para evitar una rotura de la madera. Desde el punto de vista de Eggers, la nueva instalación de manejo de listones funciona de forma totalmente satisfactoria y sin problemas. "El objetivo es funcionar con solo cuatro empleados por turno en el área de manejo de listones. De este modo, la inversión se amortiza en el mínimo tiempo", acaba diciendo von Werder.

Zuführung Stapelleisten in Richtung Scanner

Alimentación de listones de apilado en dirección al escáner que determina la dimensión y la curvatura.

Leisteneintaktung Hauptware

… mientras que "Hubertus" es responsable de la instalación de productos principales.

Zusammenfassung Leisten

La instalación de Kallfass agrupa 11 listones que "Andrea" sincroniza en un transportador de cadena de almacenamiento.

Leistenmagazine

Con la nueva instalación, Kallfass actualizó también la máquina de apilado.

Befüllung Leistenmagazine mit Roboter

"Paul" toma estos listones y llena con ellos los cargadores de la instalación de productos laterales, ...

Stapelpaket mit Stapelleisten

Para evitar que la madera aserrada se rompa, en las cinco a seis capas inferiores pueden colocarse varios listones de apilado.

Fotos y texto: Martina Nöstler, Holzkurier 51-52/2020