Aumentar el valor añadido de la empresa es importante, pero garantizar la competitividad y los costes a largo plazo todavía lo es más: esta es la mentalidad sobre la que se yergue el nuevo aserradero de Eurolegnami en Novaledo (Italia). Para este proyecto, la empresa italiana tenía claro que solo quería contar con los mejores expertos en construcción de maquinaria, algo que encontraron rápidamente en Kallfass.
Este ha sido el credo de Eurolegnami di Debortoli Fabrizio desde su fundación más de 30 años atrás. Cada año, de la planta de Novaledo (cerca de Trento, en el norte de Italia) salen más de 2,5 millones de palés con destino a clientes industriales de los alrededores y más allá. Fabrizio Debortoli, director general de la empresa, tiene claro que, para garantizar la competitividad a largo plazo, no se puede confiar todo a la producción de palés, ya que el suministro propio de madera aserrada también es un factor determinante para el éxito global.
Un nuevo comienzo
Unos años atrás, la última generación se incorporó por fin al negocio familiar. Al mismo tiempo, la antigüedad de las máquinas empezó a provocar problemas de capacidad en la instalación de sierras de cinta, por lo que parecía inevitable tener que hacer una gran inversión. Sin embargo, en lugar de llevar a cabo una renovación que habría salido muy cara, se decidió construir una nueva instalación en el terreno industrial de al lado.
A mediados de año, Eurolegnami pudo iniciar la producción en la nueva planta. Además de permitir a la empresa abastecer sin problemas su propia producción de palés, la enorme capacidad de la nueva planta (de 100 000 m3 al año) debería ser también suficiente para adaptarse sin problemas a las condiciones del mercado de madera aserrada.
Un futuro de garantías: Hans Haist, director general de Kallfass (izquierda), junto a Michele y Vania Debortoli
El desafío: la calidad de la madera
Como fabricante de palés, Eurolegnami se ve obligada a comprar todo tipo de variedades de madera en rollo que se pueden serrar. Aparte del corte, la variación en la calidad de la madera en rollo también supone un enorme desafío para la clasificación y, en general, para todo el proceso de manipulación de la madera aserrada. «Queríamos a los mejores expertos del sector, y no tardamos mucho en encontrar a Kallfass. Desde el primer momento, entendieron tanto nuestra situación como los requisitos y los objetivos de la nueva planta, y elaboraron un concepto a medida que cumplía con creces nuestras expectativas», afirma Nadia Longhi, directora administrativa de Eurolegnami, feliz por saber que tomaron la mejor decisión posible para su nuevo aserradero.
«Las instalaciones como la de Eurolegnami tienen mucha presencia en nuestra gama estándar de soluciones. Sin embargo, estamos especialmente satisfechos con este proyecto, ya que, tras algunos años, nos permitió crear otra gran referencia en la región de Trentino-Alto Adigio», explica Hans Haist, director general de Kallfass, en la reunión que se celebró en Novaledo.
La importancia de la autosuficiencia: el principal objetivo de Eurolegnami con el nuevo aserradero es asegurar el suministro a largo plazo para su propia producción de palés
Un concepto de máxima confianza
El volumen de operaciones que proporciona Kallfass comienza con la recogida de los productos principales y secundarios en la línea de aserrado. Tras pasar por las correspondientes soluciones de almacenamiento temporal, los tablones se separan en la primera estación de revisión. Utilizando una tiza, el operario puede asignar una calidad a las piezas y apartar la madera para cortar las partes dañadas con una sierra fija situada a continuación. En el siguiente paso, seis láseres registran las dimensiones del tablón y las utilizan para asignar las maderas a una de las 25 cajas de clasificación. Por motivos de espacio, en Eurolegnami se optó por un diseño vertical. «Si se hubieran usado cajas inclinadas, podríamos haber implementado 20 como máximo. Sin embargo, gracias a las pequeñas dimensiones de los palés no es necesario preocuparse por que se produzcan daños, ni siquiera con un diseño vertical», remarca Haist durante la visita.
Cuando una caja está llena, se vacía y los tablones se vuelven a separar mediante un transportador de niveles. Un operario supervisa la formación de las capas antes de cortar cada tablón a la longitud requerida con la sierra tronzadora múltiple de Kallfass. Para ello, Kallfass equipó la instalación con siete unidades de sierra móviles. «En el negocio de los palés, el aprovechamiento de la materia prima es crucial», afirma Haist, reconociendo los requisitos del sector. «Este es el motivo de que demos tanta importancia a la precisión y a los cortes milimétricos, ya que esto es lo que permite producir exactamente lo que se necesita en el siguiente tramo de la línea de palés». Cada tablón puede medir entre 600 mm y 5,2 metros de longitud.
Una vez que se ha cortado a medida, la madera puede apilarse con desplazamiento en la instalación de apilado o flejarse y prepararse para el transporte, según la aplicación. «Nuestro sistema de apilado lleva años demostrando su eficacia y, al igual que el resto de la instalación, es muy fácil de manipular, mantener y manejar. Dependiendo del volumen de trabajo, basta con que haya dos o tres empleados en la línea; el resto funciona solo», explica Haist.
Todo de un vistazo: un empleado examina los productos cortados y puede apartarlos para determinar las partes que hay que cortar más tarde y marcar la calidad de los tablones con una tiza.
Eficiencia y rentabilidad: Kallfass estima el rendimiento de la instalación de clasificación en un máximo de 120 ciclos/min
Plena confianza por parte del cliente
Kallfass sigue gozando de un gran estado de salud. «Gran parte de nuestra agenda está llena hasta 2026, con pedidos que van desde pequeños ajustes y modernizaciones hasta instalaciones completas y grandes proyectos. En el caso de este proyecto, estamos especialmente satisfechos por haber podido demostrar una vez más nuestra experiencia con los palés y ayudar a Eurolegnami a hacer frente al futuro con garantías», resume Haist con satisfacción.
Tras la finalización del proyecto, en Eurolegnami también están muy satisfechos. «Al principio de todo el proceso, pudimos visitar varios aserraderos de Alemania, y hoy por fin sabemos por qué tantos de ellos son clientes de Kallfass», resume el sucesor y director júnior Michele Debortoli.